Tradicionalmente, han sido dos las principales vías de aporte a la comunidad por parte de las empresas: en primer lugar la realización de proyectos sociales, en los cuales se han destacado algunas de las empresas de la gran minería privada y, en segundo lugar, el apoyo al fortalecimiento del Cluster Minero.
Muchos se preguntan si son claras las ventajas, ¿por qué se requiere de esfuerzo adicional para impulsar el Cluster?
La dificultad para obtener el espontáneo desarrollo del Cluster Minero y crear en plenitud el valor asociado para las empresas mineras y la comunidad, proviene de la contradicción siguiente:
· Por una parte, las empresas poseen el legítimo objetivo de minimizar costos y maximizar eficiencia, ya que deben vender sus productos en mercados competitivos. Por esta razón, buscan comprar sus insumos y servicios a quien les ofrezca la mejor combinación calidad-precio, independiente del origen geográfico de los productos u otra consideración de ese tipo. Conviene también recordar que las empresas de nuestra gran minería utilizan tecnología minera de punta, con altos estándares de calidad para sus procesos e insumos.
· Por otra parte, proveedores potenciales de estas empresas que aún no gozan de estándares de calidad-precio competitivos, tienen grandes dificultades para asumir el riesgo que implica el lograr esos estándares. Estos proveedores, no poseen garantía alguna en cuanto a que podrán ganar participación en el mercado que representan esas empresas ya que compiten con actores experimentados y de sólida reputación. Sin embargo, para intentar lograrlo, deben desarrollar capacidades para las que se requieren importantes inversiones, las que el mercado de capitales chileno difícilmente financia.
Cómo resolver el dilema? ¿Cómo generar las inversiones y mayor competitividad de los proveedores locales, sin imponer menor eficiencia a las empresas mineras?
Este es el desafío para generar acuerdos y acortar caminos. La dinámica espontánea del mercado podría generar y fortalecer por sí sola el Cluster, pero podría errar el camino, tardar demasiado y a fin de cuentas, ceder lugar y oportunidades a competidores externos que a la larga tienen menos que ofrecer.
Diversas son las tareas concretas que se podrían emprender para fortalecer el Cluster regional, tales como la creación de estructuras orgánicas al interior de las empresas para un potenciamiento del abastecimiento local eficaz; la definición de indicadores de calidad y mejores prácticas, ampliamente aceptados; la generación y difusión de información sobre oportunidades de mercado; el fortalecimiento de la institucionalidad regional de apoyo al Cluster; la capacitación de proveedores focalizada a las necesidades del Cluster, etc.
Asimismo, las universidades e institutos de capacitación e investigación tienen un rol clave que cumplir. Desarrollo tecnológico, disponibilidad de información y perfeccionamiento de las capacidades laborales, son la sustancia que permite la consolidación del Cluster.
El sector minero nacional es reconocido como un eje motor para potenciar el desarrollo de otros sectores económicos y actividades productivas, que signifique mejorar la productividad y estabilidad del sector; es decir, consolidar una red competitiva con sus consecuentes beneficios económicos y sociales para todos los actores involucrados.
Para llevar a cabo esta iniciativa es necesario formular políticas regionales en armonía con las políticas nacionales, que velen por un crecimiento económico, así como social y cultural.
Este desafío invita a todos los actores involucrados a reflexionar y aportar ideas sobre cómo aprovechar y capitalizar todos los beneficios potenciales que pueden derivarse del importante desarrollo minero del país.
En este sentido, es de vital importancia definir una estrategia de concertación de intereses, donde el sector público genere las políticas públicas y los espacios de desarrollo y el sector privado asuma con fuerza una identificación con las regiones donde se inserta la actividad minera y contribuya a provocar un crecimiento que permita ser partícipe a toda la comunidad de los beneficios del desarrollo minero.
Hoy Chile tiene abiertos los espacios para inversiones en investigación, tecnología, conocimientos y servicios para permitirnos iniciar la transformación desde la actual situación, caracterizada por una industria aún incipiente proveedora de la minería y por ser un exportador de materias primas, a ser un proveedor mundial de tecnologías y conocimientos mineros.